Ola de acusaciones a El Gucci

Alrededor de 20 personas, en su mayoría mujeres, acusaron al cantante de música tropical de haberlas acosado, y en muchos casos siendo menores de edad.

Alrededor de 20 personas, en su mayoría mujeres, acusaron al cantante de música tropical de haberlas acosado, y en muchos casos siendo menores de edad.

El 28 de marzo de 2018, una usuaria de la red social Twitter publicó una encuesta en que consultaba lo siguiente: “Bo gurisas sin mentir conozco varios casos ya, el gucci alguna vez las acoso??? O sintieron una actitud sospechosa de su parte???”.  

La publicación tuvo 900 retweets, 1.300 me gusta y más de 90 comentarios públicos. Se convirtió en Trending Topic en Uruguay y la red se llenó de testimonios que llegaron a la cuenta por medio de mensajes privados que acusaban a Gustavo El Gucci Serafini de acoso.

Dos casos hacen referencia a un abuso durante la relación sexual. Se trata de dos mujeres que expresaron no haber dado su consentimiento para determinados actos, pero que Serafini no respetó. Una de ellas relató que lo conoció por medio de una compañera de trabajo y arreglaron para verse una noche. “En el acto sexual comenzó a hacerme cosas que no eran para nada de mi agrado” y reiteradas veces le dijo que “no quería tener sexo anal y él siguió, no solo intentando si no que probando hacerlo una y otra vez”.

Al mes volvieron a verse: “Yo no había tomado realmente conciencia del abuso que había sufrido y accedí a vernos de nuevo”. Comenzaron el acto sexual “pero esta vez insistiendo [él] en no usar forro”. En ese momento ella se enojó, porque entendió que lo que estaba pasando no estaba bajo su consentimiento: “Se rehusaba a ponerse el forro y yo no podía quitarlo de encima mío, me hizo sentirme muy humillada”. Al final del relato, explicó que él la buscó durante meses, pero ella no quiso saber más nada. “Me quedé con la bronca de no enfrentarlo y no decirle lo machista y desagradable que es”, y por eso quiso compartir su experiencia.

Otro caso es el de una joven que duda acerca de su testimonio, dado que, según dice: “Mi relato es medio complicado porque yo accedí a estar con El Gucci”. La inquietud se debe a que accedió a verlo en más de una ocasión. Luego de conocerse, en un local bailable de Montevideo, y de hablar por Facebook durante un tiempo, salieron y fueron a un hotel. La mujer relató que él hizo algo sin su consentimiento y a pesar de que le dijo que no quería, él no paró. “Es jodido porque yo accedí a vernos”, pero “cuando hizo algo que nunca preguntó y yo le gritaba que pare, no fue capaz de respetar y se importó solo por él”.

Las capturas de pantalla fueron publicadas por la dueña de la cuenta, quien tapó sus nombres para salvaguardar el anonimato de las denunciantes. En el “hilo” de Twitter resurgió una imagen que años atrás había sido objeto de polémica y chiste. En la imagen aparece El Gucci tocando con su mano los genitales de una adolescente durante un show.

Otras de las capturas muestran conversaciones de las jóvenes con Serafini, quien, al parecer, las contactaba por Facebook luego de fiestas de 15 y les pedía el celular. “Asesina, decime por favor que sos mayor”, decía en una de las conversaciones. “En q andas asesina?”, preguntaba en otra. “Estoy en el liceo. Vos?”, contestaba una de ellas. “En la vuelta. Aburrido. A qué hora te paso a buscar? Jajaja”, respondía Serafini.  

La mayoría de los relatos tienen similitudes en cuanto al trato del cantante con las mujeres y adolescentes. En varios de ellos se hizo alusión a la impunidad con que “manoseaba”, “apretaba” o “piropeaba” a las jóvenes, por el hecho de “ser famoso o conocido”. “Te toca, te dice cosas, te habla de cerca. Si puede te agarra y te besa a la fuerza” y “si una vez te beso y no pudiste zafar porque es un tipo grande con fuerza, después se cree con derecho de hacerlo y tratarte como se le antoja en cualquier momento”, escribió otra chica.

Una joven contó que a sus 15 años le dijo que podían “tener un ‘secretito’”. Le decía “mi vecina la más linda, la que menos bola me da” y agregó que “cuando ibas al baile alguna manoseada o ‘piropo’ te llevabas seguro”.

Las historias también incluyen escenarios comunes, como los boliches y las fiestas donde tocaba Serafini. En alguno de estos locales, para mayores, pasaban también menores, ya que había una lista donde “él anotaba gente para que entre gratis”. “Me incluyo, en esa época con 17 pasaba”, relató uno de los testimonios, “yo iba con una amiga a la cual, para que pasemos gratis la chuponeaba (ella se prestaba) pero [él] exigía eso”. A su vez, también las besaba “cuando les daba tragos y aprovechaba que estaban tomadas”.

Algunos de los comentarios que surgieron bajo el hilo de Twitter explayado reconocían que las ex parejas del cantante también habían sufrido acosos y amenazas por parte de él. Serrana Sequeira, su última pareja, confirmó que realizó una denuncia en la Comisaría de la Mujer contra Serafini por amenazas y acoso, luego de que ella decidiera terminar la relación, en 2015. “Si hoy me animo a hablar es porque ya no le tengo miedo”, explicó al ser entrevistada por Radio Pedal.

Además, sostuvo que también tenía miedo de la reacción de la gente “porque me habían dicho cualquier barbaridad en las redes”, luego de su separación. “Que es un tipo machista, homofóbico y sumamente violento no es necesario que lo confirme yo, basta con ver sus intervenciones en televisión y la forma en que habla con y acerca de las mujeres”, reforzó.

A su vez, Sequeira contó que, en paralelo a su denuncia, ella también recibió una denuncia por parte de él, acusándola de robar pertenencias de su casa. “Cuando decidí irme de la casa no me llevé nada, solo volví con unos amigos un fin de semana cuando él no estaba. Me llevé toda mi ropa, no quise nada más”. Luego, él se fue de viaje a Estados Unidos y cuando volvió la acusó de robarle. Explicó también que, al tiempo, desde la comisaría le informaron que se comprobó que la denuncia de Serafini había sido para “causarle daños y se invalidó”.

Sequeira trabaja en un jardín de infantes y también como vedette de Carnaval y bailarina, pero contó que varias veces le cerraron puertas de trabajo en canales y agencias a causa de amenazas de El Gucci. “Cuando preguntaba por qué [me habían cancelado], me decían que él había llamado”, bajo la amenaza de que, si le daban el espacio a ella, “él no les daba más notas”.

En la semana de Turismo reciente se dio una ola de acusaciones por las redes sociales contra el cantante. No obstante, ni durante esa semana ni en las semanas siguientes se abordó el tema en los medios. El viernes 6 de abril, El Gucci dio un comunicado a la opinión pública en el que denunció falsas acusaciones de “actos repudiables, entre ellos el presunto acoso a menores de edad” y de entrometerse “indebidamente con mujeres”. Explicó que su silencio se debió a “expresa disposición” de sus asesores legales y que se encuentra en la búsqueda de los responsables de lo que calificó como una “cobarde maniobra”.

Hacer vista gorda a este tipo de denuncias, por más que se hagan de forma anónima y más allá de la plataforma virtual en que se manifiestan, no contribuye a atender un tema social que, como tal, es responsabilidad de todos. No contribuye a pensar y reflexionar sobre una problemática que se quiere visibilizar y subsanar: el machismo. Es responsabilidad de todos atenderlas, para poder pensar qué hacer al respecto, y cómo.

Texto: Sofía Umbre

Imagen extraída de la web de El Gucci

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