22 años ensanchando la memoria

Quien piensa el pasado como cerrado está condenado a repetirlo. El pasado no se deja atrás, y aunque se haya intentado desde todos los lugares posibles convencernos de “el pasado pisado”, si dejamos atrás lo que conocemos, es imposible que avancemos hacia lo desconocido.

Quien piensa el pasado como cerrado está condenado a repetirlo. El pasado no se deja atrás, y aunque se haya intentado desde todos los lugares posibles convencernos de “el pasado pisado”, si dejamos atrás lo que conocemos, es imposible que avancemos hacia lo desconocido. Para los Aymara, el pasado se ubica adelante y el futuro, atrás. Pero no es necesaria una concepción circular del tiempo para exigir lo que nos pertenece: saber dónde están nuestros desaparecidos, qué pasó con ellos y juzgar a los responsables.

Como todos los 20 de mayo desde hace 22 años, se lleva a cabo la Marcha del Silencio, una movilización multitudinaria sin banderas ni consignas partidarias. Trazos habló con Elena Zaffaroni, integrante de la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, acerca de la consigna y del contexto actual, sobre lo que sostuvo: “Son el presente y el futuro lo que se está reclamando”.

Zaffaroni dijo a Trazos que con los años se suman más personas a la organización de actividades previas a la Marcha del Silencio; la memoria y la búsqueda de la verdad se expanden por todo el país. Este año la marcha se replica en más de 20 localidades del interior del país, “año a año crece la conciencia sobre la situación, y es esta conciencia la defensa que tenemos los pueblos”.

Un ejemplo del ámbito regional fue la marcha en repudio al beneficio del 2×1 a los genocidas argentinos, que movilizó a más 500.000 personas. Según Zaffaroni, la diferencia con  nuestros vecinos han sido las políticas de Estado, los juicios y el trabajo por la búsqueda de la verdad que desde los gobiernos anteriores y organizaciones civiles se ha motivado. La organización Familiares tiene un vínculo fraterno con Madres y Abuelas de plaza de mayo. En Uruguay cuesta revertir una situación luego de 40 años, lo que el Estado resignó, omitió y, de alguna manera, permitió es difícil de cambiar, por eso, en palabras de Elena: “La marcha es un llamado cada vez más grande a revisar las instituciones”.

La activista contó que la consigna de este año, “Impunidad. Responsabilidad del Estado. Ayer y hoy”, engloba varios acontecimientos cercanos: la aparición del archivo Castiglioni, que destapa el espionaje militar en democracia, y las amenazas por parte del llamado Comando Barneix. La expresión Ayer y hoy denuncia los aparatos que no han sido desmantelados, los responsables que no están presos y las investigaciones que no se hicieron: “Un Estado, una institucionalidad, que comienza democráticamente tiene que quitar todas la rémoras del autoritarismo que viene de la transición, porque el Estado es el mismo”.

“Cada vez que nos mintieron, cada vez que las Fuerzas Armadas dieron un informe o dato falso, no hubo consecuencias, todo eso generó que quedaran resquicios no tan pequeños, ni tan menores”, expresó Zaffaroni, quien subrayó que aún no hay datos del robo al Grupo de Investigación de Arqueología Forense y que tampoco se sabe quiénes integran el Comando Barneix. “La lucha contra la impunidad es contra la impunidad del presente”.

Madres y familiares pidió en varias ocasiones la renuncia del ministro de defensa nacional Eleuterio Fernández Huidobro, hoy fallecido, porque marcaba una clara política de Estado en cuanto a los derechos humanos, política que Mujica instauró y Vázquez afirmó. Actualmente, el presidente permitió el acceso al archivo Castiglioni para su investigación, tarea vacía, ya que los equipos investigadores no están conformados en su totalidad: “Parecía que terminábamos con un obstáculo pero aparece otro”, reflexiona Zaffaroni.

Los cuerpos en la calle, y en aumento, son una abertura en el muro de la impunidad, para Elena: “La esperanza siempre existe, pero no te la regalan”. Parte de la lucha por la verdad está en exigir, comprometer y mostrar al gobierno que no hay olvido y que, sin importar la época, los derechos humanos son inclaudicables.

“Hay un lado esperanzador que es lo que ha conseguido la lucha de la gente […] a 40 años nosotros también entendimos que lo que nosotros hacemos, que es mucho, es en una órbita, lo otro solo lo puede hacer el Estado”. Si bien desde la organización sostienen que desde el gobierno de Jorge Batlle a hoy se han dado pequeños pasos, no dudan en afirmar: “Esta tarea, que ha sido postergada por todos esos años, sigue siendo postergada”.

Texto: Valentina Machado

Foto: www.rebelarte.info

22° Marcha del silencio, sábado 20 de mayo, 19h Rivera y Jackson.

Entrevista completa a Elena Zaffaroni en Trazos

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