¿Qué es el Centro Nacional de Ayudas Técnicas y Tecnológicas (CENATT)? ¿De quién depende? ¿Cuándo surgió? ¿Cómo funciona? ¿Qué propósitos persigue? ¿Cómo se accede a sus beneficios? Estas son algunas de las preguntas que Santiago Aristoy abordó en la mesa de (H)ablando ciencia.
Aristoy es analista en Comercio Exterior (Escuela Francesa de Negocios), licenciado en Relaciones Internacionales ( Facultad de Derecho, Universidad de la República —Udelar—) y está realizando su monografía para finalizar la Licenciatura en Desarrollo (Facultad de Ciencias Sociales, Udelar).
De su experiencia laboral, podemos destacar que es cofundador de RampitaUY, una cooperativa de trabajo en formación creada por un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Desarrollo que provee servicios a la Intendencia de Montevideo (IM) mediante la aplicación RampitaUY. Actualmente, Santiago trabaja en la IM coordinando la elaboración del primer plan de accesibilidad del municipio capitalino. También está en la coordinación del grupo de discapacidad e inclusión de Mercociudades, del cual Montevideo es coordinador responsable.
El tema de su monografía final implica un estudio exhaustivo del CENATT. Este centro comenzó su gestación en Uruguay en 2014 con el propósito de crear “un sistema nacional de evaluación, adjudicación y seguimiento de productos técnicos y tecnológicos para personas con discapacidad, además de investigación y capacitación”, explica Santiago. La manera en cómo se llevan a cabo la investigación y capacitación fueron los aspectos que llamaron la atención del licenciado, y donde hace foco en su investigación.
Santiago cuenta que en 2002 la fundación noruega Hjelpemiddelfondet se pone en contacto con la Secretaría para la Gestión Social de la Discapacidad, de la IM, y comienza a enviar ayudas técnicas para que fueran distribuidas en calidad de préstamo a personas discapacitadas de escasos recursos. Este sistema, que comenzó de manera aislada en la capital, se transformó en el CENATT, que no solo se encarga de distribuir equipamientos, sino también de realizar pesquisas y un seguimiento a cada caso.
En la charla, nuestro invitado recuerda un viejo recurso que existía en nuestro país para lograr adjudicar productos técnicos a personas con discapacidad: juntar una cantidad considerable de boletos para conseguir una silla de ruedas, iniciativa que estaba amparada en el sistema de responsabilidad social empresarial. Aristoy opina que “este rol tenía que ser asumido por una política pública”, y considera que con este centro se pasa “del paradigma de la solidaridad más absoluta al paradigma del derecho”.
Santiago agrega que lo novedoso del CENATT, además de ser el primero en nuestro país que se plantea estos objetivos (evaluación, adjudicación, seguimiento, investigación y capacitación), es la coordinación que establece con otras instituciones, entre las que están involucrados tres estados, uruguayo, noruego y cubano, algunas sociedades civiles, distintos ministerios y la academia.
La charla desembocó en apreciaciones sobre la realidad respecto de la accesibilidad en Montevideo y la conciencia social. Los invitamos a escuchar la entrevista completa.
Texto: (H)ablando ciencia
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