Desde febrero de este año, varios futbolistas (encabezados por Agustín Lucas) y allegados al club Miramar Misiones se tomaron el trabajo de querer sacar el club adelante de la manera que ellos sintieron, generando lo que dieron en llamar “la cultura de barrio”.
Fue así que se fundó la cantina Zapuca, en la mismísima sede del club, una propuesta cultural que abarca todo tipo de actividades, desde toques, teatro, cine, poesía y demás movidas que engalanan de alguna manera el barrio y ayudan al club a recaudar dinero.
El viernes 9 de diciembre se iba a llevar a cabo el festival Que diciembre nos entierre, donde se iban a presentar diversas bandas y DJ locales. Para sorpresa de todos, desde el miércoles 7, la cantina estaba encadenada y clausurada de manera ilegal.
Agustín Lucas cuenta en esta nota que a pesar de la clausura, el mismo viernes 9 fueron decididos a abrir la cantina para llevar adelante el festival pactado, pero todos terminaron “con un susto enorme”, según relata, ya que la cantina estaba tomada y con gente ARMADA, por lo que obviamente para seguridad de todos decidieron suspender la actividad y no tomar medidas inmediatas.
¿Quiénes? ¿Cómo? ¿Por qué? Estas son algunas de las preguntas que ellos y nosotros mismos nos hacemos.
Agustín apunta directamente a la dirigencia del club, que viene poniendo piedras en el camino sin ningún tipo de necesidad, dado que a lo largo de todo este proceso jamás hubo ningún inconveniente, sino todo lo contrario.
Mediante el camino de la transparencia y de la legalidad, los trabajadores de la cantina llevarán acciones legales al respecto.
De esto nos cuenta Agustín Lucas, pero, a modo de reflexión personal, y con el afán de que sea una reflexión colectiva, cabe preguntarse ¿hasta qué punto la histeria y la disconformidad de algunos conservadores pueden llevar a tomar medidas de tener gente armada dentro de un local cultural para trancar una actividad?
Claramente, se trata de un atentado a la cultura, a todo lo lindo que se venía gestando no solo en el club, sino también en el barrio. ¿Es esta la manera? ¿Es este el mensaje que quieren dar los dirigentes de un club en momentos donde la violencia en la sociedad —que toma el deporte como canal para manifestarse— atraviesa un momento de absoluta hipersensibilidad? Manera que, incluso, empaña la imagen que uno puede tener sobre Miramar Misiones en general.
¿Quiénes son los verdaderos generadores de la violencia? ¿Por qué suceden estas cosas? De esto y de mucho más nos habla Agustín Lucas, quien, además de llevar la bandera de la cantina por mucho tiempo, es futbolista profesional, escritor y un gran generador de emprendimientos culturales de amplio contenido.
Con tristeza, pero con ganas de denunciar estos hechos, los invitamos a escuchar la nota que nos dio Agustín en el programa 41 de Sapos de otro pozo.
Texto: Darío Larmini
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